6:00 am

Seis de la mañana, girando en la cama, la luz azul logró despertarme... en esa suave y renovada luminosidad del eclipse lunar venías tu con una pequeña bolsita que parecía vacía. Sonreíste, cuando te pregunte que había dentro de esa bolsita.

- El universo y el reverso. Me respondiste.

La verdad no entendí mucho, y me preocupe más por el tiempo que se nos escapaba, quería sujetarte y retener tu azul luminosidad en cada segundo que estuviste aquí. El tiempo siguió su camino. Es puntual y constante, y tú tuviste que dejarme nuevamente durmiendo, pero yo era feliz nuevamente porque sabía que estuviste un instante eterno mientras el eclipse abrazo a la tierra.

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