Revolución

Hace un tiempo, cuándo los gigantes aún habitaban esta tierra, uno de ellos, el más sabio y querido me dijo: Cada 100 años en este pedazo hermoso de tierra donde estamos el ciclo se cumple y hay movimientos muy importantes, cambios!.

Cada 100 años, hoy son 100 años del último gran cambio, del gran movimiento... muchas pensarán que no paso nada que en este nuevo ciclo las cosas están bien, serenas o iguales. Yo no lo creo, de hecho creo que el ciclo nuevo comenzó y el antiguo se cerró. ¿Que no hubo cambios? que ciegos estamos, los hubo... el primero y más intenso de todos fue que este año los gigantes que habían permanecido en esta tierra maravillados por nuestras mentes y alegrías decidieron marcharse, somos ahora una tierra sin gigantes, se fueron, y ni siquiera nos hemos percatado de la ausencia de todos. Uno a uno dejó enterrado una hermosa gema, con un consejo para nuestra era y la era de 100 años por venir, para que nos guíe y proteja. Los gigantes necesitaban alejarse dejarnos a nosotros para que viéramos los tesoros que tenemos que defender y amar, para que valoremos la sabiduría y riqueza de vivir junto a ellos, y sobre todo porque necesitaban y deseaban que nosotros empecemos a ver con nuestros ojos.

Hoy quienes se han percatado de su ausencia, saben que esta tierra se escucha más grande sin ellos, menos cálida sin su voz, pero nuestros corazones se sienten más fuertes porque una vez que un gigante toca tu vida, te ve a los ojos o te habla, algo suyo siempre te acompañará, así como algo nuestro siempre estará con ellos.

100 años nuevos, los gigantes probablemente vuelvan cuando el próximo centenario se cumpla, y esta tierra vuelva a sentir su roja e intensa compañía, pero hoy nos toca a nosotros seguir y defender eso que los gigantes nos enseñaron y si somos algunos de los afortunados que encontramos una de sus gemas, está en nosotros difundir su mensaje hasta que el nuevo ciclo llegue.

100 años sin gigantes, para ellos es algo así como un día. Gracias gigantes por todo, y hasta un próximo encuentro, aunque… quizás algunos de ustedes siga escondido o solamente durmiendo en un profundo volcán o sentado sobre una montaña, o bajo el profundo océano.